¿Puedo corregir mi mordida con ortodoncia? Descubre los tipos de maloclusiones y los tratamientos disponibles para mejorar tu sonrisa. Desde la mordida abierta hasta las clases I, II y III, existen opciones como la ortopedia dentofacial y la cirugía ortognática. También se pueden mencionar los beneficios estéticos y funcionales, como la mejora del perfil y la capacidad de masticar. Además, es importante visitar al ortodoncista infantil para una detección temprana.

 

¿Qué es la maloclusión?

La maloclusión es un problema dental que afecta tanto la estética facial como la salud bucal. Se caracteriza por una mordida incorrecta, donde los dientes superiores e inferiores no encajan adecuadamente. Puede ser causada por diversos factores como el uso prolongado de chupete o biberón, falta de espacio entre los dientes de leche, malos hábitos alimenticios y factores hereditarios. En este artículo, exploraremos los diferentes tipos de maloclusiones y los tratamientos disponibles para corregirlas.

Tipos de maloclusiones

La maloclusión se clasifica en diferentes tipos según la relación entre los dientes superiores e inferiores y la posición de la mandíbula en relación al maxilar. A continuación, se describen los diferentes tipos de maloclusiones:

¿Qué es una mordida cruzada?

La mordida cruzada se produce cuando la mandíbula se desplaza hacia un lado y la arcada superior encaja hacia dentro de la inferior. Esta maloclusión puede afectar tanto a los dientes delanteros como a los molares y puede causar desgaste dental, problemas de alineación y dificultades para masticar.

Mordida abierta

La mordida abierta se caracteriza por la falta de contacto entre los dientes superiores e inferiores cuando la boca está cerrada. Puede ser causada por la succión prolongada del pulgar, el uso del chupete o problemas en el crecimiento de los maxilares. Esta maloclusión puede afectar tanto a la estética facial como a la funcionalidad de la masticación.

Sobremordida

La sobremordida se produce cuando los dientes superiores cubren excesivamente los dientes inferiores al cerrar la boca. Esta maloclusión puede ser de origen genético o causada por hábitos como el chupeteo y puede afectar la estética facial y la capacidad de masticación adecuada.

Mordida en tijera

La mordida en tijera se presenta cuando la arcada superior cubre por completo la arcada inferior al cerrar la boca. Esto puede causar desgaste dental, problemas de alineación y dificultades en la masticación. La mordida en tijera generalmente es el resultado de problemas en el desarrollo de los maxilares o una falta de espacio para los dientes.

Clase I

La clase I se considera una mordida perfecta, en la cual los dientes superiores e inferiores encajan de manera adecuada. Sin embargo, pueden presentarse otros problemas de alineación dental o esquelética a pesar de tener una clase I.

Clase II

En la clase II, el maxilar superior está adelantado con respecto a la mandíbula inferior. Esto puede causar una apariencia facial desequilibrada, problemas de mordida y dificultad para masticar. La clase II se puede clasificar en subtipos, dependiendo de la gravedad del desplazamiento mandibular.

Clase III

En la clase III, la mandíbula inferior está adelantada con respecto al maxilar superior. Esto puede resultar en una apariencia facial asimétrica, dificultades para masticar y problemas de alineación dental. Al igual que la clase II, la clase III también se puede clasificar en subtipos según la gravedad de la maloclusión.

Asimetrías dentarias

Las asimetrías dentarias se refieren a desviaciones en cualquier plano (vertical, transversal o anteroposterior) que pueden afectar la estética facial y la función de masticación. Estas asimetrías pueden ser causadas por problemas en el crecimiento y desarrollo de los maxilares o debido a factores genéticos.

Tratamientos para corregir la mala mordida

La corrección de la mala mordida es fundamental para mejorar la estética facial y prevenir problemas funcionales en la capacidad de masticar. Existen diferentes opciones de tratamiento que pueden adaptarse a las necesidades de cada paciente. A continuación, se presentan algunos de los tratamientos más comunes:

Importancia del tratamiento oportuno

Es fundamental realizar un diagnóstico y tratamiento oportuno para evitar intervenciones quirúrgicas en casos extremos. Cuanto antes se detecte y trate la maloclusión, mejores serán los resultados y más sencillo será el proceso.

Ortopedia dentofacial

La ortopedia dentofacial es un tratamiento temprano que se realiza en niños para corregir problemas craneofaciales y prevenir la aparición de maloclusiones graves en un futuro. Consiste en el uso de aparatos removibles o fijos que guían el crecimiento de los huesos y los dientes.

Ortodoncia invisible

La ortodoncia invisible es una alternativa más estética a los brackets tradicionales. Se utilizan alineadores transparentes y removibles que se van cambiando cada pocas semanas para ir corrigiendo la posición de los dientes de forma gradual y discreta.

Cirugía ortognática

En casos severos de maloclusión, cuando el problema radica en la mandíbula o el maxilar, puede ser necesaria la cirugía ortognática. Este procedimiento combina la ortodoncia con una intervención quirúrgica para corregir la posición de los huesos y lograr una mordida correcta.

Blanqueamiento dental

Aunque no está directamente relacionado con la corrección de la mordida, el blanqueamiento dental es un tratamiento estético que puede complementar el proceso de ortodoncia, ya que mejora la apariencia de los dientes corrigiendo manchas y decoloraciones.

Implantes dentales

En casos en los que la maloclusión ha llevado a la pérdida de dientes, los implantes dentales pueden ser una solución para restaurar la funcionalidad y estética de la boca. Los implantes se colocan en el hueso de la mandíbula o el maxilar y se utilizan para soportar las prótesis dentales.

Mantenimiento de resultados

Una vez finalizado el tratamiento, es importante mantener los resultados a largo plazo. Esto se logra a través del uso regular de retenedores, que ayudan a mantener los dientes en su nueva posición, y mediante un cuidado diario adecuado, que incluye el cepillado regular y el uso de hilo dental.

Cuidados diarios y visitas regulares

Para garantizar una correcta salud bucal y mantener los resultados del tratamiento, es esencial seguir una rutina de cuidado diario que incluya el cepillado adecuado, el uso de hilo dental y enjuague bucal. Además, es importante acudir a visitas regulares al dentista para revisiones y limpiezas profesionales.

Beneficios estéticos y funcionales de corregir la mala mordida

Corregir la mala mordida con ortodoncia ofrece una serie de beneficios tanto estéticos como funcionales que contribuyen a mejorar la calidad de vida del paciente.

Mejora del perfil y la estética facial

Uno de los beneficios más destacados de corregir la mala mordida es la mejora del perfil y la estética facial. Al alinear los dientes de manera correcta, se logra una sonrisa más armoniosa y proporcionada, lo que puede aumentar la confianza y autoestima de la persona. Además, una correcta posición dental puede influir en la apariencia de los rasgos faciales, brindando un aspecto más equilibrado y atractivo.

Mejora en la capacidad de masticar y hablar

Otro beneficio importante de corregir la mala mordida es la mejora en la capacidad de masticar y hablar. Al lograr una correcta alineación dental, se facilita el proceso de masticación de los alimentos, lo que influye positivamente en la digestión y la absorción de nutrientes. Además, una mordida adecuada también puede contribuir a una mayor claridad y fluidez al hablar, evitando posibles problemas de articulación y pronunciación.

Prevenir problemas de salud bucal

La corrección de la mala mordida mediante ortodoncia también ayuda a prevenir problemas de salud bucal a largo plazo. Una maloclusión no tratada puede causar desgaste dental, acumulación de placa bacteriana, enfermedad periodontal e incluso problemas en la articulación temporomandibular (ATM). Al corregir la mordida y alinear los dientes, se reduce el riesgo de sufrir estos problemas, lo que contribuye a mantener una buena salud bucal en general.

Importancia de la visita temprana al ortodoncista infantil

La visita temprana al ortodoncista infantil es fundamental para detectar y tratar de manera oportuna posibles problemas de maloclusión en los niños. A continuación, se describen dos aspectos clave de esta importancia: el tratamiento más fácil y eficiente, así como la prevención de problemas futuros.

Tratamiento más fácil y eficiente

La detección temprana de cualquier maloclusión permite comenzar el tratamiento de ortodoncia en el momento adecuado. Los niños tienen un crecimiento activo, lo que facilita el movimiento de los dientes y la corrección de problemas dentales. Además, el uso de aparatos ortodónticos puede ser más efectivo y cómodo en edades tempranas, ya que los tejidos son más maleables y se adaptan mejor a los cambios.

Un tratamiento temprano no solo simplifica el proceso, sino que también puede reducir su duración. Al abordar los problemas de maloclusión en etapas tempranas, se evita que se agraven y se vuelvan más difíciles de corregir en el futuro. Es por esto que se recomienda que los padres lleven a sus hijos al ortodoncista desde una edad temprana.

Prevención de problemas futuros

Además de facilitar el tratamiento, la visita temprana al ortodoncista infantil también ayuda a prevenir problemas futuros. La detección oportuna de maloclusiones permite tomar medidas preventivas para evitar complicaciones a largo plazo. Al corregir y alinear los dientes en etapas tempranas, se evitan posibles dificultades en el habla, la masticación y la estética facial.

Asimismo, algunos problemas de mordida pueden estar relacionados con el desarrollo de la mandíbula y el crecimiento óseo. Si se detectan a tiempo, se puede intervenir de manera preventiva para corregirlos y evitar intervenciones más invasivas en el futuro, como cirugía ortognática.

Llámanos al 932096906 o si lo prefieres te llamamos

Te llamamos